El Complejo Arqueológico de Toro Muerto es un sitio de petroglifos creado por agroalfareras (agrícola-cerámica) las sociedades en las que su visión del mundo de los símbolos y escenas de la vida cotidiana se presenta en miles de grabado de rocas de origen volcánico. Representa un ejemplo notable de la tradición particular de arte rupestre. A lo largo de una amplia gama de evidencias, es posible confirmar que entre 800 – 1500 años A. D. muchos motivos antropomorfos, zoomorfos, geométricos, figuras y muchas de las escenas fueron grabadas, identificando en el bloque de piedra de los paneles del sitio. Se encuentra en una gran llanura del desierto que se encuentra en el valle de Majes.
En el grupo de los petroglifos de localidades de todo el mundo que mantienen una antigua e incluso una importante densidad de rocas grabadas, Toro Muerto tiene un lugar excepcional por sus atributos culturales y los valores que están magistralmente expresada, y se destaca no sólo en el Perú o en los estados unidos.
El Complejo Arqueológico de Toro Muerto se encuentra en la región de Arequipa, a 163 km de la ciudad de Arequipa y junto a la localidad de La Candelaria. Pertenece políticamente a la Uraca y los distritos de Aplao, provincia de Castilla. Se encuentra occidental de la cordillera de los Andes, Toro Muerto se encuentra en una amplia y garganta del desierto que une el Valle de Majes River, cuyo paisaje se distingue por su seco lateral gargantas, terraza fluvial en ambas orillas y el curso del río (Fig. 1). En detalle, el sitio de petroglifos se encuentra en la orilla norte del valle; por otra parte, se encuentra delimitada al este y al oeste por los altos y grandes acantilados casi verticales, que están compuestos por rocas de origen volcánico.
Como muchos otros en los valles costeros del Perú, el valle de Majes, se forma como un 'oasis' en el desierto, que sirve como una ruta natural para Pre-comunidades Hispanas que se desplazan desde el altiplano a la costa, y viceversa, en busca de productos de subsistencia y los bienes de cambio.
En esta área, el Toro Muerto quebrada tiene un gran abanico aluvial de 11 km de longitud y 5 km de anchura máxima en su articulación con el valle. Se ha inclinado plan que los dominios de ella, cuya altitud varía entre los 1900 metros en su punto más alto y 400 metros en
su punto más bajo. Tiene un árido y seco; sin embargo, tiene un resorte de el agua subterránea que emerge en el sector suroccidental de la web, llamada primavera de La Aguada. Esta fuente de agua es un elemento relevante en el paisaje local y, sobre todo, un recurso de singular importancia en la zona, ya que es el único lugar de permanente humedad en la llanura que permite a los pocos vegetación como un oasis. Que desempeñó un papel crucial para los antiguos prehispánicos de las poblaciones que utilizan este espacio y caminó a través de ella.
En ese sentido, el complejo arqueológico se inserta en un paisaje desértico que se distingue por más de cinco mil bloques de roca ígnea volcánica de la naturaleza, situado en los terrenos pertenecientes a la "Moquegua" la formación de la era Terciaria. (Fig. 2) El origen de estas rocas se remonta al período geológico conocido como el Plioceno. Durante este período, es posible que los violentos piroclásticos emanaciones de la Coropuna y volcanes Chachani, situado en la parte superior del valle de Majes ha generado bloques de dacita toba (Bedia 2012, 22; Linares de 1974, 141). Posteriormente, debido a la meteorización y las inclemencias del tiempo, se fragmenta y se extendió sobre la arena de la superficie de la garganta. Grandes bloques de dacita se concentran sobre todo en la parte superior de la corriente y la disminución de la cantidad y tamaño hacia la parte inferior (Fig. 3).
Además de Toro Muerto, otros sitios arqueológicos en el valle de Majes confirman la continuación de la ocupación humana de esta región (10000 años), identificados a partir del Periodo Líticos hasta los periodos Inca y Colonial; lo que sugiere que fue habitada y transitada durante siglos. La evidencia de este prolongado uso del territorio se encuentran los petroglifos de Watapia, La Culata de Aplao, La Barranca, situado aguas arriba, así como el Alto de Pitis y Querullpa, más cerca de Toro Muerto. Por otra parte, las ciudades, cementerios, geoglifo de campos, entre otros, tales como Beringa, Casquina, Cosos, Cerro Bilbao, Huancarqui, Cerro del Gentil, Acoy, Quizcay, Huario, Santa Rosa, El Carmen y La Real; corresponden a los Principios de Período Intermedio (100 B. C. – 900 D. c.), Horizonte Medio (600 A. D. – 900 D. c.), Período Intermedio Tardío (1100 – 1430 A. D.) e Inca (1438-1532 A. D.) (López y Maquera 2016, 111).
De hecho, hay una diversidad de figuras humanas representadas en el sitio, que tiene un estilo inconfundible, ya que tienen caras con un solo punto en ella, con dos ojos, o con tres largas descendente de las líneas. Además, otras cifras sólo muestran una cruz con curvas a los lados de la cara, o entre el cuerpo y el tocado, dos ojos, sin más facial representación. En algunos baile de cifras, la cara está formada por su parte externa, y, en el centro, un círculo con una línea vertical que a veces es recto y a veces curvado, mientras que en otros, la cara es de tamaño completo.
Por ejemplo, los bailarines están con el movimiento de bagres o con muchos cuadrúpedos, y a veces junto con los halcones y los felinos, también bailando solos, en pares o en grupos de 3 o 4, y así sucesivamente hasta formar grandes grupos. En un caso particular, hay dos bailarines en posición vertical y junto a ellos, dos en posición horizontal, y todo ello con un gran movimiento de danza (Ibid. 338) (Fig. 7).
Otro tema que se destaca son las figuras zoomorfas de cuya boca emanan líneas consecutivas o líneas y puntos, como efluvio. A veces un animal "efluvio" va directamente al sexo de los animales en frente de ella. Ocasionalmente, figuras que se observan entre los bailarines y el "musical de los signos". En otros, el símbolo de la "efluvio" emana de tres animales de forma simultánea, y en general, de cuadrúpedos y aves (Núñez 1986, 338).
La mayor parte de los petroglifos de Toro Muerto se grabaron profundamente debido a la suavidad de la dacita rock de vacuolar de la matriz, con mica y sanidine cristales, y de colores que va desde café oscuro, casi negro a la luz sepia y blanco cremoso debido a la oxidación causada por la lluvia y el clima. Ellos fueron grabados con ejes hecho de duras piedras de afilar y andesitas, en forma de cuñas y martillos. Un gran número de figuras yuxtapuestas de diferentes tamaños, a menudo cubiertos de la vertical o ligeramente oblicua de las superficies rocosas. El grabado de los procesos incluyen la huelga, de fusión, arañazos, picaduras y percusión grabado de estos materiales de piedra. La ejecución de algunos detalles de las figuras, tales como las manos, los ojos y los animales pequeños, que fueron realizadas con el suficiente cuidado y descubierto por incisiones finas (Linares 1974, 142). Las ranuras de los grabados aparecen en forma angular como canales profundos; superficial, superficial golpeado y arañado, lo que revela las diferentes técnicas empleadas (Núñez 1986, 337).
La característica más notable de estas expresiones de arte rupestre son los elementos estereotipados asociados comparable escenas. El básico de los motivos presentes en parte o en su totalidad corresponden a: vertical o, a veces, barras horizontales, líneas en zigzag y las líneas paralelas, antropomorfas y bailarines de pequeños mamíferos (perros, felinos y/o llamas) (Guffroy de 2009, 222).
La frecuencia de estos motivos no excluye una cierta diversidad en las otras figuras grabadas, especialmente en la parte inferior de la página, que parece corresponder a un período temprano de la ocupación del sitio. Los seres antropomorfos grabado en este sector representan a personas que tocar la batería, personajes con tocados y humanos de siluetas. Los signos son escasos en esta zona, también dirigida por piedras con un solo petroglifo de pequeño tamaño (Op. cit. 223).
Los danzantes enmascarados' figuras que prevaleció en la parte media y alta del sitio increíblemente demostrado una revelación evolución ideológica, vinculada a la aparición de un verdadero simbólico único gráfico en la Peruana de arte rupestre. La cantidad de petroglifos grabados en una sola piedra – que puede alcanzar los 150 figuras – y la aparentemente inacabada estado de algunos paneles sugieren un proceso progresivo de ejecución organizada de acuerdo con ciertas convenciones estilísticas (Ibid.), que no han sido aún completamente definido.
El baile de los caracteres tienen una cierta diversidad en la posición de las piernas – recta o doblada serpentina, así como en la aparición de las caras y las máscaras, que puede ser con uno o dos ojos y lágrimas de figuras con líneas o sin rasgos faciales. Casi todos ellos tienen pelos o plumas de los sombreros. Las relaciones entre la forma rectangular de los cuerpos y sus caderas en una posición de lado, con las barras y los zig-zags que las rodean son evidentes, dando a las escenas de una sensación de gran movimiento (Ibíd.).
Los relacionados con los animales que las escenas de baile son en su mayoría de los perros o los pequeños felinos, con menos frecuencia una vista de perfil de llamas y aves de presa, pertenecientes a la fauna de la región (Linares 1974, 138). Muchos están en la misma escala que los hombres, pero a veces son de gran tamaño. Existe una gran diversidad de figuras de animales en el interior de los paneles donde el grupo de bar/zigzag/bailarín están ausentes o periférico. Los felinos con manchado o rayado cuerpos están representados principalmente en las escenas de confrontación o uno corriendo detrás de otra, con una vista de perfil de la cabeza o en la vista frontal, y a veces con effluviums (Guffroy de 2009, 223).
Muchas de las aves de las especies son de un perfil o vista frontal con alas extendidas, por lo general con la caída de una lágrima de un ojo. Hay grandes representaciones de serpientes, y de seres con la serpiente formas, en su mayoría con una cabeza de lagarto, batracios y peces.
Los camélidos figuras con cuerpos rectangulares, solos o en manadas; venados y otras especies de animales de gran tamaño, difícil reconocidos son también muy numerosas.
El Complejo Arqueológico de Toro Muerto es un notable ejemplo de un sitio de petroglifos creado por agroalfareras (agrícola-cerámica) las sociedades en las que su visión del mundo de los símbolos y escenas de la vida cotidiana se presenta en miles de grabado de rocas de origen volcánico en los estados unidos. Su ubicación es una gran llanura del desierto del Período Terciario; como 2584 grabado rocas que fueron identificados hasta el momento en un área de 5078 hectáreas. Que hacen del sitio un extraordinario petroglifo localidad en el mundo, y sobre todo, en el continente Americano.
Toro Muerto es una excelente expresión de un arte rupestre tradición en la región Andina y en América. Es posible encontrar evidencias que demuestran la maestría artística en la aplicación de muchas técnicas de grabado en rocas volcánicas, la selección de un gran corpus iconográfico de un alto valor simbólico y de la figura y escenas exclusivas de la composición, que reflejan la cultura de la herencia y el especialista en el trabajo en su propio tiempo y espacio. El arte rupestre, como un universal de la creación artística, fue practicada por los antiguos grupos humanos y de las civilizaciones para expresar los aspectos importantes de las actividades económicas y sociales; creencias y prácticas religiosas. Los petroglifos de el Complejo Arqueológico de Toro Muerto tiene un ejemplo concreto de esta antigua culturales y artísticas testimonio.
El sitio representa un ejemplo concreto de transformación cultural del paisaje natural por la cantidad de miles de petroglifos, pequeños grupos de geoglifos, los cementerios, las tumbas y los antiguos relacionados con carreteras, todo ello situado en una gran llanura del desierto de arena de la superficie, salpicado de rocas volcánicas, en la que predominan en el valle y tiene una única fuente de agua subterránea. Estos elementos naturales y culturas como un todo, darle el lugar no sólo funcional sino también las connotaciones simbólicas. En la cordillera de los Andes, hay una larga relación entre el hombre, la naturaleza y el cosmos. Tanto en el mundo Andino y en otras civilizaciones antiguas, las acciones de los individuos fueron acondicionado y estructurado de una manera particular de ver y entender el mundo. Toro Muerto revela mucho acerca de la manera en que las personas perciben, entienden la realidad y se expresa a sí mismos, así como la forma en que se relacionan con este tipo de espacios.
Como muchas otras civilizaciones antiguas, la gente representa su visión del mundo a través del arte rupestre en el mundo Andino. Los petroglifos de Toro Muerto expresado magistralmente una tradición particular que se caracteriza por la recurrencia de figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas básicas motivos de naturaleza simbólica. Estaban organizados en figuras y escenas que reflejan continuación, los cambios, la mutilación y la superposición de motivos en el tiempo. Por lo tanto, el Complejo Arqueológico de Toro Muerto es un testimonio excepcional de una tradición cultural que ha desaparecido en el "Patrimonio Arqueológico – Sitios con Arte rupestre de la categoría" (ver Análisis Comparativo).
Criterio (iii): Las antiguas sociedades Andinas se expresa a través del arte rupestre su manera de ver y entender el mundo y el paisaje. El Complejo Arqueológico de Toro Muerto revela la expresión material de una notable tradición particular de arte rupestre, se expresa en figuras y escenas sobre la vida cotidiana de alto significado simbólico. Ellos fueron grabados en miles de rocas volcánicas y la transformación social del paisaje natural. En consecuencia, los petroglifos de Toro Muerto tiene un testimonio excepcional de una tradición cultural, que ha desaparecido.
El arte rupestre existente en la mayoría de países de todo el mundo, por lo que representa un universal de la creación del hombre y una de las primeras expresiones de la capacidad humana para la abstracción, la visión y la idealización. Este arte no sólo se revela aspectos importantes de las actividades económicas y sociales, creencias y prácticas religiosas, el pensamiento mítico y la naturaleza, pero también el sentido de la estética y la creación artística y cultural de las sociedades antiguas que los producen.
En el continente Americano, especialmente en el Perú, existe una importante muestra de arte rupestre en sus cuatro métodos tales como pictografías, petroglifos, geoglifos y mobiliar arte con arte rupestre de la tradición, que representan alrededor de 8000 años de ideológica y social de las evoluciones. La versión más actualizada del inventario nacional de los realizados hasta la fecha indica el récord de cerca de 900 sitios identificados en muchas regiones del país, las cuales 400 pertenecen a las localidades de petroglifos reconocido en 22 de sus 24 regiones. Arequipa se encuentra en la parte superior de la lista con 88, la mayor cantidad de este tipo de sitios, luego de Puno con 75 y Huánuco con 67 (Hostnig 2003, 10, 17).
Toro Muerto es en comparación con importantes petroglifos de localidades en el Perú, tales como el Alto de Las Guitarras, Cerro Mulato, Yonan, Huancor y Checta, por superposición de signos, iconográfico de los cambios, la figura mutilaciones o la apariencia de muchos pátinas que indican la posible existencia de varios momentos, como un reflejo de ciertas evoluciones ideológicas. Por otra parte, con respecto a la Palamenco y Samanga, ya que se encuentran en las llanuras y grabado rocas se distribuyen en pesados o de gran concentración. La ubicación en una posición dominante sobre el valle es similar a otros sitios como Checta, Chichictara y Huancor. La aparición de pequeños geoglifos y tumbas relacionadas con petroglifos permite comparar también a Locumba, Quilcapampa y Miculla sitios. Asimismo, la representación de elementos comunes, como los felinos, aves y músicos, con sitios como Chichictara y Quilcapampa.
Sin embargo, a diferencia de los sitios mencionados anteriormente, y se destaca de ellos, porque los sitios con más de 50 grabado de piedras en el Perú son raros; apenas 12 sitios de superar este número. En ese sentido, el Complejo Arqueológico de Toro Muerto tiene una notable petroglyphic localidad de 2584 grabado rocas inventariados hasta la fecha, y se distribuye en un área de 5078 hectáreas; que muestran la mayor variedad de técnicas de grabado y habilidades superiores en su producción. Del mismo modo, también es diferente de los que por la complejidad y peculiaridad de las escenas representadas en un soporte de características particulares. Además, el paisaje, donde la aparición de importantes componentes naturales y culturales como un manantial de agua dulce, geoglifos, las tumbas y los cementerios se destacan. Por lo tanto, representa la más notable ejemplar de una gran tradición de arte rupestre en el Perú y la región Andina.
Por otro lado, el Complejo Arqueológico de Toro Muerto se encuentra en un exterior liso y en una árida y desértica, al lado de un valle, común en la costa Peruana. En contraste con otros sitios de petroglifos en América, inscrito en la Lista indicativa de Patrimonio Mundial, tales como Las Labradas (México), Itacoatiaras de Ingá Río (Brasil) y el Pre-rock Hispano de arte de la República Dominicana.
Al respecto, Las Labradas es un grupo de 600 basalto rocas de naturaleza volcánica, situada en la orilla del mar, mientras que Itacoatiaras de Ingá Río es rocoso panel de 24 metros de largo y 3,5 m de altura aproximadamente, que son parte de un afloramiento rocoso granítico, situado en una zona cerca de Ingá Río, en un semiáridas y entorno arbolado. Finalmente, Pre-rock Hispano de arte de la República Dominicana, representado en las pinturas, petroglifos y bajos relieves, ha sido identificado en el exterior de las estaciones, refugios y cuevas, dispersos en las planicies costeras, grandes valles y montañas del país.
La antigüedad de Las Labradas sitios (1000 B. C. – 300 D. c.) y Itacoatiaras (10 000 B. C. – 1400 A. D) anteriores a Toro Muerto; sin embargo, el ser humano ocupaciones de la página principal de Itacoatiaras de Ingá Río presentar una cronología que se extiende hasta el 14 de siglo A. D., contemporáneo con el desarrollo de el Toro Muerto petroglyphic localidad.
Por otra parte, el Complejo Arqueológico de Toro Muerto es en comparación a los siguientes sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial:
En contraste con los sitios mencionados, el Complejo Arqueológico de Toro Muerto expresar su importancia global por el siguiente:
Por lo tanto, y en el anterior análisis comparativo de los petroglifos de sitios, tanto nacionales como internacionales, Toro Muerto es un sitio con un grupo de notables atributos culturales y de valores en el mundo, que lo hace excepcional.
Article taken from: Complejo arqueológico de Toro Muerto – Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO
Photographs taken from : Andina.pe